La realidad del fast-fashion
y el origen de Paroire
Cuando empecé a estudiar mi carrera de Diseño de moda, me di cuenta de lo que significaba el mundo de la fast-fashion, y fue entonces cuando abrí los ojos, me dí cuenta de la realidad que hay detrás de la industria de la moda y empecé a informarme sobre la sostenibilidad en el sector textil.
Hablamos de insostenibilidad al hablar de “la serie de efectos dañinos que ha estado provocando la actividad humana los últimos doscientos años sobre la naturaleza, alterando
sus funciones y estructuras de su ciclo natural.” (Salcedo. E., 2014). Dentro de este comportamiento humano desmesurado, la industria textil es una de las más perjudiciales
para nuestro ecosistema debido al famoso ciclo de la moda rápida, conocido también como ‘fast fashion’, que “se trata de una práctica empresarial por parte de las firmas internacionales de moda y las grandes cadenas de distribución, que han conseguido seducir a su clientela con la actualización constante de sus diseños…” (Salcedo, 2014), llegando a producir cada vez más cantidad de ropa, de forma más rápida, sin calidad y a un coste muy bajo no correspondiente con el precio original.
Esta situación que encontramos en el mundo de la moda, se ve afectada por dos impactos
fundamentales. Por un lado, nos encontramos con el negativo impacto medioambiental
que esta macro cadena está perjudicando a nuestro planeta. Si nos centramos en las cifras,
“la industria textil es la responsable del 20% de la contaminación de las aguas. El uso intensivo de productos químicos en los procesos de extracción y cultivo de las materias primas y en los procesos de producción tiene un gran impacto en el entorno acuático (ríos y mares). También es responsable del 10% del total de emisiones de CO2 en el mundo, generado en el proceso de producción, el transporte, el uso y mantenimiento de las prendas. Pero si tenemos en cuenta los residuos de la industria de la moda, éstos suponen el 5% de los residuos totales en nuestro planeta.
Por otro lado, nos centramos en el impacto social gravísimo que también se ha desarrollado sobre la humanidad estos últimos años con el ciclo de la ‘fast fashion’.
Solo entre el 1 y el 2% del coste de una prenda va a parar a manos del
trabajador que la ha confeccionado.Salcedo E., 2014
Empezando por la ilegalidad con la que los altos responsables de una empresa textil, “protegen” y tratan a los trabajadores que confeccionan nuestras prendas desde la fábrica de un país subdesarrollado. “Los datos indican que solo entre el 1 y el 2% del coste de una prenda va a parar a manos del trabajador que la ha confeccionado.” (Salcedo. E., 2014). Lo que significa que si nosotros vamos a Zara y nos compramos una blusa por 30€, el trabajador sólo recibe 60 céntimos.
Teniendo en cuenta estos factores, decidí que era momento de empezar a cambiar ciertos hábitos y comportamientos en mi rutina de consumo, ya que lo que no tenía sentido como estudiante de diseño de moda y amante de la naturaleza, era que mis dos pasiones no fueran afines entre sí.
– Colección sostenible y artesana de Irene, de Paroire –
Por ello, cuando tuve que realizar mi trabajo final de carrera y empezar con el lanzamiento
de mi pequeña marca tuve claro que la naturaleza sería mi inspiración, y el concepto de
sostenibilidad y respeto por el medioambiente mi filosofía a seguir.
Artículo escrito por Irene Guilló Moliner, de Paroire.
Puedes encontrarla en Instagram y saber más sobre ella en Pensat i fet.